Ficha de Ranmaru

Nombre: Ranmaru Kurosaki
Edad: 19
Sexo: Masculino
Orientación Sexual: Heterosexual
Gremio: --- (Mago independiente)
Rango: Mago aprendiz.
Magia: Magia de ondas reflectoras e ilusiones.
Descripción Fisica: Su cabello plateado llega hasta el cuello, largo, no demasiado, pero incluso estos llegan a tapar parcialmente su parpado derecho, de piel blanca con un leve tostado. Es alto para su edad, llegando a los 181 centímetros de altura, su peso no supera los setenta kilogramos y su complexión parece delgada, aunque por su condición es mas ágil de lo que aparentemente pudiera parecer, destaca también su heterocromia, lo que provoca que sus ojos difieran de color, el derecho, rojo carmesí como la sangre, y el izquierdo verde como la esmeralda.

Sus ropas suelen ser colores oscuros que combinan con su tono de piel y de pelo, son azules oscuros o negros, suele llevar también, camisas de dicho color y una corbata, finalmente posee una muñequera roja y negra.

#Altura: 181 centimetros
#Peso: 70 kg
#Color de piel: Blanco con leves tonos tostados
#Color de ojos: Derecho, rojo carmesí e izquierdo verde esmeralda.
#Color de cabello: Plateado

Spoiler:

Descripción Psicologica:

Es uno de sus lemas, aparentemente no parece ser un distinguido rico de la sociedad, por lo que sus modales, o al menos su caballerosidad, respecto a las mujeres es algo que destaca sobre otros aspectos, algo que llega a molestarle en ocasiones pero si el no se soporta nadie lo haría, asi que convive con eso, sin que le llegue a causar demasiados problemas.





Esa sonrisa que muestra en su rostro día si y día también es automática, no importa cuan mal se encuentre o cuan deprimido este ,no mostrara ningún ápice de tristeza, de igual modo que tratara de contagiar ese estado de animo a otros, aunque eso le traiga problemas, incluso cuando se mete, en uno de sus muchos líos y acaba sangrando, no se retractara ni retirara su sonrisa.




Es leal a sus ideales, y fiel a todo lo que cree, no se da por vencido en ninguna ocasión ya que con cada caída se aprende a levantarse, es justo y tiene un gran sentido del honor.





Sentimentalmente inexperto, pese a que trata a las mujeres como la mayor joya del mundo, su faceta hiperactiva acaba por provocar incidentes como meterse en los baños femeninos y los sucesivos problemas que eso conlleva, aunque no le cuesta nada reconocer que jamas ha besado siquiera a una mujer, no quiere decir que no sepa lo dulces, peligrosas y adictas que estas pueden llegar, quemarse con ellas es un precio muy bajo.




La curiosidad es uno de los elementos mas importantes que rigen sus acciones, la cosa que tenga esa cualidad, o que la despierte, sera motivo de su curiosidad e intereses, pero si esta le aburre y al instante una pequeña mariposa de colores y brillantes se cruza por delante de ella ira a perseguirla hasta obtener lo que quiere o simplemente encontrar otra cosa mas curiosa.

Historia:


Un cálida tarde de julio, un llanto rompía el silencio de todo el hospital un hospital de una ciudad llamada Magnolia, una nueva vida había más en este pequeño mundo, pero una esta nueva vida acabo con otra a la vez. La madre de aquel bebe, llamado Ranmaru había muerto ese mismo día, justo después de nacer aquel bebe. El chico nació sano.

Cuando el bebé había crecido lo suficiente, le sacaron del hospital y se fue a vivir con su padre, el siempre estaba malhumorado y casi siempre llegaba a casa ebrio, esto no supondría ningún problema, si no viviera con un bebe de escasos meses. Pasaron unos cuantos años. El padre de Ranmaru llego muy ebrio de una fiesta, no sabía lo que estaba haciendo, Ranmaru estaba muy asustado y se fue a su habitación. Al cabo de unos momentos, por la rendija de la puerta de la habitación de Ranmaru se colo un hilillo de humo negro, lo que provocó cierta curiosidad en el chico y abrió su puerta, para su sorpresa, la casa estaba llena de humo, hacía un calor considerable. Ranmaru no vio a su padre por ninguna parte, no sabía donde estaría.

El chico, al cabo de unos segundos se había desmayado, se encontraba tirado en el suelo, y no sabe como, pero sobrevivió. Despertó tosiendo, manchado por casi todos lados, su ropa, su cara, su pelo... Empezó a toser fuertemente, haber aspirado tanto humo, a la temprana edad de 5 años, no debería hacerle muy bien al pequeño chico.

<< ¿Estás bien, chico? Ya paso todo... pude salvarte de aquella casa en llamas. >>

Aquellas palabras, no sabía con quien estaba, pero parecía un buen hombre, al parecer le había salvado y es por eso que Ranmaru le debiera prácticamente la vida a aquel hombre. A partir de ese día, Ranmaru y aquel hombre fueron como padre e hijo.




Ranmaru convivió con aquel hombre, que al cabo del tiempo, pudo ser como el padre que Ranmaru siempre había soñado, era prácticamente perfecto. Además, tenía un buen trabajo, por lo que nunca les faltaba nada, pero aun así, aun pudiendo tener todo lo que quisiera, Ranmaru no quería convertirse en un niño mimado ni nada, por lo que nunca le pidió nada a su padre, a no ser que fuera completamente de primera necesidad.

Cuando Ranmaru alcanzó la edad de 14 años, empezaron a pasar cosas bastante raras, sobre todo para el. No se lo podía explicar, a veces, cuando por ejemplo, alguien le lanzaba una pelota o algo contra el, no pasaba nada... simplemente la pelota... era como si desapareciera, aunque a veces era como si simplemente rebotara contra algo invisible. Nadie sabia lo que estaba pasando, aunque por ahora, solo el y unas cuantas personas que empezaban a pensar que estaban locas por estos echos, lo sabían. Era hora de buscar información. Durante muchos meses, Ranmaru se pasaba las horas en las inmensidad de bibliotecas, leyendo libros, buscando información, pero no encontró nada muy importante. Aunque si encontró cosas sobre "Magia" pero el no creía en ella, aunque esto, tenga mucho que ver.

Un día, mientras Ranmaru intentaba leer un libro, su padre apareció detrás de el, y le toco el hombro un tanto violento, Ranmaru se sorprendió ante esto, ya que nunca antes había visto a su padre así de agresivo. Al cabo de unos segundos, el padre de Ranmaru se encontraba retorciéndose solo en el suelo. Ranmaru abrió los ojos y se quedo totalmente paralizado. Su padre murmuraba palabras prácticamente imposibles de entender. Al cabo de unos minutos de sufrimiento para Ranmaru, su padre dejo de retorcerse y se quedo paralizado en el suelo, mirando fijamente a su hijo.




Pasaron unos cuantos días tras el incidente en la habitación de Ranmaru con su padre, su padre ni si quiera se había atrevido a dirigirle la palabra al chico, el sabía lo que estaba pasando. Hasta que un día se atrevió, sentó a Ranmaru en una silla y se puso este frente a el, mirándole a los ojos sin decir nada durante unos segundos. Empezó a hablar, y Ranmaru no se creía lo que estaba escuchando, el no podía ser un "mago" como su padre decía que el era, ya que a parte de que el no era su verdadero padre, de que Ranmaru no creía en la magia, ya debería de ser casualidad de que le salvase aquel día un mago, y de que el chico fuera otro. Aunque el chico no terminaba de tragárselo, todo tenía bastante sentido, y puede que sea esto la respuesta que Ranmaru estaba buscando durante todo este tiempo.

Con el paso de los años, Ranmaru estuvo practicando su magia, para aprender a saber cuando usarla, aprender a controlarla y demás cosas, con su padre. Y si que pasaron los años... aunque a Ranmaru se les pasaron muy rápidos, por que cuando quiso darse cuenta ya tenía 19 años. Ranmaru se fue de casa de su padre, ya era hora de independizarse. Pero... ¿Donde?

Ranmaru paseó por la ciudad de Magnolia intentando buscar un apartamento lo suficientemente barato como para poder pagarlo. Su búsqueda le llevo varios días, que tuvo que pasar con su padre claramente, hasta que encontró un buen piso, a buen precio y se quedo de alquilado allí. Lo mejor es que estaba por el centro de Magnolia, por lo que tenía cerca de su casa locales importantes.

Datos Extra:
Gustos: -El Azúcar y todo lo que lo lleve.
-Los Dulces.
-Las Mujeres.
-Leer.
-Dormir, (esto ocurre con mucha frecuencia)
-El silencio.
-Las mujeres.
-Los Postres.
-Correr.
-¿Dije ya... las mujeres?

Odios: -Las cosas amargas.
-El ruido.
-El frió.
-La descaballerosidad ante las mujeres.
-La egocentria e hipocresía, ademas de la presunción.

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Valida