Un pequeño descanso [Libre]

Un día bastante tranquilo, la temperatura era bastante agradable, no había mucho jaleo, por no decir que se escuchaba poca cosa, esto me gustaba, ya que la tranquilidad del ambiente era una cosa que me relajaba bastante. Me dí cuenta de que me encontraba en algún tipo de parque. Ande un rato y este fue mi gran error, porque en los parques, siempre suele haber mucha gente, y eso fue con lo que me encontré. Demasiada gente, no me gustaba nada. ¿Por qué parece que vaya a donde vaya siempre esta lleno de gente?. Esto es una cosa que no me gusta para nada, el jaleo... el alboroto. Además, no me gustaba que la gente se parara a mirar a mis ojos, se que los tenía de diferente color, no hacía falta que estas buenas personas me lo recordaran una y otra vez... Este parque estaba lleno de gente, de padres con sus hijos, estos últimos corriendo por todo el parque jugando con otros niños, aunque se podía decir que el ambiente estaba bien, había demasiado jaleo, y eso me ponía nervioso...

Continué andando rápidamente hasta darme cuenta de que el ambiente había cambiado, digamos que demasiado. Ya no me encontraba en aquel ruidoso parque, sino que era en un tranquilo bosque, lleno de altos árboles, que con su larga altura y sus ramas llenas de hojas, interrumpían que el sol se filtrara entre estos, por lo que había un poco de obscuridad. Comencé a andar tranquilamente por este bosque, había mucha tranquilidad. Suspiré hondo intentando relajarme, venía de un ambiente un tanto movidito. Me metí mi mano derecha en mi bolsillo del pantalón, cogí una cosa de este, era un caramelo, ya que como a mi me gustaban tanto, era normal que yo llevara de estos en los bolsillos, por que tarde o temprano acabaría comiéndome alguno que otro.

Al cabo de un rato de estar andando por este bosque tranquilamente, llegué hasta lo que parecía ser un río, aunque esto ya me lo imaginaba, ya que el sonido del agua se escuchaba desde un poco más lejos. Esto le daba un toqué más especial a este bosque, también un toque relajante. Observe durante un momento donde me encontraba, más que nada era para asegurarme de que no había nadie... pero claramente, la suerte hoy no estaba completamente de mi lado, primero fue por el incidente de encontrarme en aquel parque tan... espantoso, podríamos decirlo así, y ahora por que si que había una persona en este sitio. Era un chico, llevaba puesto un kimono blanco, y al parecer iba armado con una Katana. Fue eso lo único que pude ver, a parte de que parecía ir acompañado por alguna especie de animal, ya que me encontraba bastante lejos de el. Me esperé un momento antes de hacer nada, para observarle un poco más antes de intentar hablar con el, o lo que ocurriera. No le veía muy bien, pero en la posición en la que estaba parecía que estaba durmiendo, por lo que me acerqué a aquella persona tranquilamente sin dejar de mirarle.

Me frené en seco al escuchar una voz, pero aquel chico no había movido los labios ni nada parecido, miré un momento hacia todos los lados pero no parecía haber nadie más a parte de nosotros, y lo que parecía un gato que estaba al lado de aquel chico. "¿Habrá sido el? " Pensé mientras miraba al gato, me parecía un poco raro que un gato hablase, ya que nunca había visto uno con mis propios ojos que lo hiciera, pero llevaba un tiempo en el que me lo empezaba a creer todo. Me paré frente aquel gato y le mire fijamente.

-Has... ¿Hablado tu?. - murmuré mientras le miraba. Claramente, si el había podido hablar antes, ahora también podría hacerlo. Esto no era muy normal en mi, ya que antes me habría presentado o al menos saludado, pero tenía bastante curiosidad... y dicen que la curiosidad, mata.

"¿Qué un gato puede hablar? no... seguramente no, puede que haya sido otra persona o incluso el mismo chico, que al parecer habla solo, ya que estamos solo nosotros. Aunque visto lo visto, me lo trago todo... y puede que si sea verdad que el gato ha hablado" Pensé mientras miraba a aquel gato azul esperando una respuesta, aunque si no la daba, esa también era una respuesta, ya que el no había hablado antes. Pero no, estaba equivocado y el gato si que había hablado. Escuché de nuevo aquella voz que escuche hace unos segundos, y si, salían de la boca del gato, afirmando que el había hablado antes. Ante la pregunta del gato, esbocé una leve sonrisa, intentado transmitirle algo de tranquilidad por mi rostro, para que no se preocupase, ya que no tenía nada de malo, y parecía algo nervioso. Seguidamente escuché como se presentaba, a el, y al chico que estaba acostado sobre el césped. "Bueno... no lo hice yo antes, pero veo que este gato a sido el primero en presentarse " Pensé mientras durante unos segundos miraba al chico que se encontraba tirado en el suelo.

Escuché difícilmente las palabras del chico, ya que hablaba en voz baja, pero era como si estuviera "regañando" al gato. "Pero encima que el te presenta... tu estabas acostado en el suelo y parecías dormido, no se quien debería "echarle la bronca" al otro" Pensé mientras miraba como el chico se levantaba. Escuché el nombre del chico, al parecer se llamaba Toshiro y no Shiro como dijo aquel gato... que... se llamaba Hyorinmaru o algo así, ¿no?. Al parecer soy más olvidadizo de lo que pienso, o no le preste demasiada atención.

-Em... yo soy Ranmaru. Y una cosa... no creo que debas de tratarle así. - murmuré mientras miraba a aquel chico. Seguramente no debería de decirle como debía de tratar a su mascota, pero bueno, creo que puedo decírselo, y como puedo, pues lo hago.

Saboreé el caramelo que tenía dentro de mi boca. Al parecer el sabor de este era de lima limón, me gustaba bastante, y más si le sumas que era un dulce, y a mi me gustan todo tipo de dulces. Centré mi mirada en el chico, y me parecía un poco raro, que segundos atrás este se encontrara acostado en la hierba, parecía que dormía, pero no estoy muy seguro, y justo cuando parece dar señales de vida, es para regañar al gato, pero bueno, debía de dejar de pensar en esto por que me conozco, y como me conozco... puede que esto no acabase del todo bien.

-Y bueno... ¿Que hacían por aquí?. Si se puede saber, claro .- dije mientras miraba a los dos, intentando sacar algún tema de conversación y que el chico olvidara mis anteriores palabras, ya que me parecía una modificación de su comportamiento que yo no era en estos momentos, el más indicado para decírselo. Es más, creo que entre el y yo, seguramente yo sea el que menos modales tenga, no me suelo relacionar mucho con la gente, ya que son ellos los que huyen de mi al ver mis ojos.

Escuché las palabras del chico, las cuales me sorprendieron un poco. "Vaya... puede que hasta pueda ser de buena influencia para alguien, aunque esta seguramente sea la primera vez que puedo hacer que alguien se disculpe, claramente, por su bien y sin ser obligado. " Pensé mientras escuchaba las palabras del chico, las cuales eran una completa disculpa hacía el gato. Aunque aquel gato no se sentía demasiado ofendido ni nada, es más, parecía mucho más alegre al escuchar la palabra "pescados" deberían de gustarle mucho, ya que si alguien se atreve a faltarme a mi el respeto de esa forma, seguramente alguien ya estaría muerto. Aunque bueno, esto era prácticamente como en la mayoría de gatos, o al menos en la mayoría que yo he visto o conocido, les suelen encantar los peces, por lo que es normal que tenga esa alegría el gato. Pero aún así, cuando se lo dijo el chico, debería de haberse puesto algo enfadado o algo... no lo entiendo. Puede que no todos sean como yo, esta claro, pero es bastante molesto que te traten así, cuando simplemente te presento.

Seguidamente escuché la razón del por qué ellos se encontraban aquí. Al parecer nos encontrábamos todos aquí por lo mismo, por un poco de tranquilidad, o al menos eso fue lo que yo pude sacar de sus palabras. Y otra vez lo mismo de antes, el humor del gato cambio tanto al decir que Shiro le debía de pescar pescados, que se puso a volar... si.. a volar. Vale, me trago que pueda hablar, pero... ¿ volar?. Bueno, aún así esto no es nada con muchas cosas que he visto en mi pasado, que no quiero recordar, pero me parece un poco sorprendente este gato, solo faltaba que escupiese fuego por la boca y esto era como un mini pack. La verdad es que se notaba que le encantaban los pescados, pero aún más por que este gato, al poder hablar te lo podía transmitir directamente, ya que los otros gatos no sabes realmente si le gusta una cosa u otra, o que le gusta más o menos, con este al menos te podías comunicas, y puede que las cosas se hicieran más fáciles.

Saboreé el caramelo que tenía en mi boca, por ahora era lo único que tenía de comer, en este momento, y me alegrara de que fuera un caramelo, ya que estos me encantaban como si no hubiera mañana. Escuché la pregunta de aquel chico y le mire, puede que un poco pensativo, pero la verdad es que la respuesta a su pregunta era muy fácil de contestar, ya que mis razones eran simples, y prácticamente siempre eran las mismas.

- Vengo de un lugar con mucho jaleo y alboroto, y la verdad, como este lugar es mucho más tranquilo, y se nota que va a estar igual de tranquilo todo el día, ya que dudo que alguien quisiera venir por aquí pues... simplemente decidí andar por aquí, disfrutando de la tranquilidad. Prácticamente, nuestras razones por las cuales nos hemos encontrado aquí, son las mismas. - dije sinceramente mientras miraba a aquel chico a los ojos, pero después desvié mi mirada hacia el gato. - Si quieres, te puedo ayudar a conseguir pescados... - dije mostrando una leve sonrisa en mi rostro. La verdad, no se que me pasaba exactamente hoy, estaba más amable de lo normal, pero creo que por una vez en la vida, no me iba a hacer daño, supongo.

Me fije en el pequeño gato que volaba al rededor de la cabeza del chico, parecía que tenía bastante energía, y aunque yo no tuviera mucha idea sobre gatos, este parecía bastante joven, por eso que me sorprendiera la energía de este. Aún así, se notaba claramente que este no era un gato normal, claramente era un gato mágico aunque te daba bastantes pistas, tan solo tenías que saber cogerlas, por ejemplo la primera pista: Sabe hablar. Y la segunda: Sabe volar. Aunque sino llega a ser por estas cosas, la verdad es que se haría pasar por un gato normal como cualquier otro, aunque este no era el caso.

Al cabo de un rato, noté como dentro de mi boca ya no había nada, se había desvanecido completamente el caramelo de mi boca, ya se había acabado y para variar un poco, ya no me quedaban más. Esto parecería que no para cualquier otra persona normal, pero a mi me fastidiaba bastante, ya que los dulces me encantaban bastante, cosa que se podía notar si pasabas un día conmigo o incluso menos. Seguramente, si le cuento esto a otra persona, pensaría que es una completa estupidez. Yo no me consideraba un completo adicto al azúcar, pero aún así me encantaba, como seguramente a otras muchas personas y por esta razón, me fastidiaba el quedarme sin dulces.

Tal y como yo había pensado hace unos momentos, aquel gato se había quedado prácticamente sin energías y se había quedado acostado en la cabeza del chico, pero este dijo unas palabras antes, las cuales hicieron que mostrara una leve sonrisa en mi rostro, la verdad es que me parecía gracioso que este gato pensase prácticamente solo en los pescados, la verdad es que era muy gracioso, ya le deberían de gustar los pescados, podría decir que tanto como a mi los dulces, aunque a este parecía que le gustaban más los pescados. Vi como el chico dejo sobre la hierba al gato, arropándole con su Haori blanco. Escuché las palabras del chico y le mire.

-Umm... No hace falta tranquilo, no os quiero molestar, vosotros cenad tranquilos y yo me quedare por allí. Solo vine para relajarme, tampoco me quería apuntar a cenar con alguien ni nada parecido. Te ayudare a pescar los pescados así podréis tener más para vosotros. - dije mientras hacía una leve pausa mientras le echaba un vistazo rápido al gato para después volver la vista al chico. - Pero de todas formas, muchas gracias por ofrecérmelo. Tampoco quiero molestar. - dije mientras mostraba una sonrisa en mi rostro.